La exploración semiológica es la base de una consulta cardiológica. Luego de la reseña y un completo interrogatorio se procede a la revisación del paciente, con especial énfasis en la auscultación y fonocardiograma, toma del pulso y medición de presión arterial. En casos que así lo requieran se complementan los hallazgos con termografía (imágenes térmicas del cuerpo del paciente).